Capitalistas de vigilancia como Google y Facebook recopilan una gran cantidad de datos sobre ti, crean perfiles y luego te presentan anuncios dirigidos que coincidan con tus actitudes y preferencias, y, por lo tanto, hacen que gastes más dinero, firmes una petición o influyen en tus decisiones de voto.
Si bien todavía tienes la opción de usar bloqueadores de anuncios para mitigar estos efectos negativos, la invasión de la privacidad también puede golpearte en un nivel mucho más directo contra el que no puede defenderte fácilmente: una vez que tus datos personales son públicos, por ejemplo, en las redes sociales, pueden ser utilizados por cualquier persona. Estos datos pueden ser cruciales cuando solicitas un trabajo o un préstamo. Los datos personales pueden determinar si estás siendo investigado por las autoridades o registrado en el aeropuerto.
La privacidad, y la pérdida de privacidad, afectan tanto a tu vida personal como a la sociedad. Es por eso que la privacidad es ampliamente reconocida como un derecho humano fundamental.
El internet de hoy está roto. Los capitalistas de vigilancia usan su poder y conocimiento para perfilarte y determinar tu valor como consumidor. Infringen tu privacidad todos los días. Ellos deciden lo que ves. Colocan información basada en algoritmos frente a ti, sutil y constantemente para que al final influyan en tus pensamientos, tus decisiones, tus acciones.
Estas empresas hacen esto para su propio beneficio. Los modelos de negocio basados en la recopilación y explotación de datos deben detenerse. Luchamos por un internet diferente. Uno donde la privacidad por diseño es la base.
Porque todos y cada uno de nosotros merecemos libertad y privacidad, en línea y fuera de línea, hoy y mañana.
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